Un mayo diferente

 

Con la petición, a los patrones, de no abandonar a su suerte, en esta difícil circunstancia, a sus trabajadores, inició este 1 de mayo la conferencia del presidente López Obrador para honrar el sacrificio de los Mártires de Chicago. La cita con los medios, transmitida en directo, terminó escuchándose la canción “Por ti”, del fallecido Óscar Chávez, como un sentido homenaje a su memoria.

Este primero de mayo, sin embargo, fue atípico, pues no se realizaron las concentraciones de trabajadores para demandar, por la vía institucional e independiente, satisfacción a sus demandas.

En ciudades de Oaxaca, muchos extrañaron cuando salían temprano de sus hogares para marchar, con uniformes nuevos o bien planchados, llegar al centro y romper filas. Paralelamente, se desarrollaban marchas con reclamos independientes, particularmente el magisterio de la sección 22, que este mes está cumpliendo 40 años de autonomía con el SNTE.

En la capital del país, el gobierno federal denunció que más de mil 300 empresas abusivas, que manejan subcontrataciones, aprovechando la pandemia, despidieron a su personal, práctica ilegal que va en contra del espíritu de solidaridad que se requiere.

Es indudable la crisis económica que se nos viene encima, por el cierre de fuentes de trabajo, el colapso de industrias y desaparición de comercios. A enfrentar esta otra pandemia de desigualdad y falta de efectivo tendrá que aplicarse el gobierno de México. Para ello es necesario el concurso de empresarios nacionalistas, emprendedores solidarios y la clase política que hoy le regatea a López Obrador modificar el presupuesto para atender a los que más necesitan. Tengo esperanza de que saldremos adelante, porque la solidaridad, y el quedarse en casa, es un hecho de sobrevivencia social y personal.

La conferencia del viernes comenzó y terminó con una nota luctuosa, expresada por el propio presidente, debido al fallecimiento, el jueves 30 de abril, del cantautor Óscar Chávez Fernández, artista siempre solidario con las luchas sociales, la causa de los trabajadores y reclamante de justicia para los que menos tienen. Mucha gente de mi generación y jóvenes conscientes de su papel en esta vida, con sus padres, también han estado tristes y recordando sus canciones y sus películas.

Su afección pulmonar crónica a los 85 años de edad y otros padecimientos seguramente, como dicen los reportes médicos, complicó su cuadro para hacerlo compatible por infección de esta enfermedad – Covid-19- que está matando a miles en el mundo. Se fue acaso, sin hacerle una parodia al coronavirus, como acostumbraba con otros temas del momento político y social.

Por más de seis décadas, desde que iniciara sus estudios en el Instituto Nacional de Bellas Artes y en la UNAM, Chávez nunca regateó solidaridad a los estudiantes del 68, a las luchas obreras, campesinas, populares e indígenas – como al EZLN- y a los padres de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa.

Si bien es recordada su participación en “Los Caifanes”, por el que se ganó el mote de “El Caifán mayor”, y fue reconocido como patrimonio cultural de la ciudad de México, en 2019, se reconoce más su trayectoria como trovador. Tuve la suerte de escucharlo en vivo, con el grupo “Los Morales”, en dos o tres ocasiones en los entrañables festivales de oposición que se organizaban en la capital del país; la última, acá en Ciudad Universitaria.

Muy jóvenes, en el año 1975, en la casa del dramaturgo Sergio Magaña, en la calle Santa Veracruz, de Ciudad de México, cantábamos con Roberto Santiago y otros amigos de entonces, “La ixhuateca”, además de letras de la canción lírica y de protesta que él hizo famosas. Muchas nos acompañaron en las huelgas estudiantiles, en las guardias, en prolongadas desveladas. Más allá de “Macondo”, “La niña de Guatemala”, “El Charro Ponciano” o “La casita”, donde se hacía crítica de los políticos y del sistema, siempre me quedo con “Por ti”, porque con ella: quién no se enamoró en aquellos años mozos, y con “Mariana”, por supuesto, dentro de su amplia discografía.

Además de la de Carlos Puebla, su interpretación de “Hasta Siempre, Comandante” seguirá acompañando con su voz, grave y enérgica, las luchas del pueblo. No se calló el cantor, la vida no calla, pero necesita más voces como la suya. Como él mismo declamó en la “Elegía -de Octavio Paz- a un camarada muerto en el frente”: “Has muerto, camarada, en el ardiente amanecer del mundo”.

@ernestoreyes14