Se disparan las quejas por ataques a mujeres en UNAM

 

Precisan que de 2013 y hasta agosto de 2016 el promedio mensual fue de 1.9 casos, pero en los 18 meses siguientes se ubicó en 20.6.


México

En 18 meses, las quejas por violencia de género en la UNAM se incrementaron en mil 84 por ciento, al pasar de 1.9 al mes entre el año 2003 y agosto de 2016 a 20.6 casos a febrero de 2018, de acuerdo con el informe que presentó la Comisión Especial de Equidad de Género de la UNAM.


Del 29 de agosto de 2016 al 12 de junio de 2017 se registraron 234 quejas, mientras que para el 28 de febrero de 2018, es decir ocho meses después , el número de quejas subió a 372 casos, lo que significa un incremento de 138 casos.


La directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social y presidenta de la comisión especial, Leticia Cano Soriano, presentó ante los consejeros universitarios los números que corresponden al primer informe sobre la implementación del protocolo para la atención de casos de violencia de género en la UNAM, que comprende del 29 de agosto de 2016 al 12 de junio de 2017.


En dicho periodo la oficina de la abogada general de la UNAM presentó a la comisión de equidad 234 quejas, en las que incluye una sistematización de los datos sociodemográficos, una clasificación de los hechos de violencia reportados, un análisis de los tipos de relaciones en las que se presenta la violencia e información concerniente a los procedimientos formales y alternativos iniciados por casos de violencia de género.


Al 28 de febrero de 2018 el número de quejas por posibles hechos de violencia de género aumentó a 372 lo que corresponde a 346 personas agresoras, es decir, 20.6 quejas por mes.


Mientras que entre 2003 y agosto de 2016 el total de quejas por violencia de género presentadas fue de 325, es decir, 1.9 quejas por mes.


El informe detalla que de las 346 personas posibles agresoras se iniciaron 293 procedimientos de sanción, correspondientes a casi 80 por ciento, mientras que el resto se encuentran pendientes de resolución o en proceso.


En el informe se recordó que el protocolo es un instrumento que tiene como objetivo diferenciar y fortalecer el proceso de atención a través de la inclusión de la perspectiva de género, en el que se implementan medidas urgentes de protección y atención psicológica a las víctima y de acompañamiento al ministerio público a las personas que desean presentar una denuncia.


Destaca también la incorporación de procedimientos alternativos con enfoque de justicia restaurativa, así como medidas de reparación para la víctima.


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